La Actitud lo es ToDo para los emprended@res

 

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“Estoy convencido que la mitad de lo que separa a los emprendedores con éxito y los que no tienen éxito es la pura perseverancia. Es tan difícil, pones tanto de tu vida en esto, hay momentos tan duros que la mayoría se da por vencida: no los culpo, es muy difícil y consume gran parte de tu vida. (…) A menos que tengas mucha pasión en lo que haces no vas a sobrevivir, vas a darte por vencido”. 
Steve Jobs

La palabra “emprendedor” está de moda. Queremos ver en ella alguien con una determinación por encima de la media y unas habilidades superiores al “empleado”. Pero para disgusto de los creadores de mitos, el emprendedor ha dejado de ser una categoría de “superhéroe” para convertirse en una opción cada vez más necesaria para estos tiempos.

¿Cuáles son las claves para el emprendedurismo? Una combinación entre actitud personal y de capacidad profesional es el ingrediente principal. Actualmente se están reconfigurando las actividades y capacidades profesionales,  básicamente por el impulso de Internet,  por lo tanto algunas actitudes personales marcan claramente la diferencia, entre ellas:

  • Hacer lo que nadie espera de nosotros. El difícil equilibrio entre ser de confianza y ofrecer más de lo que esperaban de nosotros. Cuando creen habernos agarrado la onda, es el momento de cambiar el ritmo y ofrecer soluciones diferentes, capaces de sacar a las organizaciones de su rutina. Por practicar la palabra “innovación” y por mostrar nuevas capacidades. Pero, sobre todo, por dejar clara la actitud proactiva.
  • No hacer las cosas según el manual. Tendremos pocas opciones para destacar y podría conducirnos a ser iguales a los demás a la hora de aportar soluciones. Y nadie nos distinguirá de entre el resto de la oferta. Mal punto de partida.
  • No dejar para mañana lo que podamos hacer hoy.  Hacer más y decir menos, pero sobre todo hacerlo antes que los demás. Sigue siendo la garantía de éxito en cualquier mercado.
  • Aferrados a nuestro foco, pero sin miedo a cambiar. Necesitamos foco
    Abarcar demasiadas cosas nos aleja de apretar con el tesón necesario en los momentos que más se necesitan. Un mar de oportunidades terminará ahogándonos porque tratamos de nadar en todas las direcciones. Sin embargo, la capacidad de cambiar, de salir de nuestra zona de confort es condición de triunfo hoy en día, no renunciemos a evolucionar.
  • Movernos hacia el lugar donde la bola estará, no hacia donde está ahora. La capacidad de anticipación es clave en cualquier juego, pero parece especialmente necesaria si uno quiere tomar las riendas de su destino.
  • Trabajar en equipo. Flexibilidad para interactuar. Las personas somos poliédricas, con múltiples facetas y es un reto adaptarnos a los demás. Pero no hay otra forma de ser más grandes y más fuertes. La individualidad como punto de partida es básica, pero ganan los que saben trabajar en equipo.
  • Perseverancia. Por último, pero no menos importante. Las palabras de Jobs – citadas al inicio – son el reflejo de la experiencia. Frente a la creencia que afirma que un emprendedor es alguien con capacidades por encima de la media, la realidad es bien distinta, es que la más importante de las cualidades para abordar cualquier situación que la vida nos plantea es la perseverancia. La diferencia real del éxito es que muchas veces un equipo, una persona, ha seguido adelante cuando los demás abandonaron.

Para hacer frente el nuevo modelo de mercado de trabajo al que nos enfrentamos y entender por qué unas personas consiguen avanzar mientras otras se quedan, no debemos buscar magia. La mayor parte de las veces consistirá en una nueva combinación de elementos ya conocidos. Tal vez, por ello, a tantas personas les resulta complicado cómo abordarlo porque les obliga a cambiar el modo en el que hacían las cosas hasta el momento y, sin embargo, tienen en su interior las herramientas para conseguirlo.

Y puestos a destacar una de ellas, sin duda, la perseverancia.

Artículo extraído de: http://www.territoriocreativo.es/etc/2013/03/el-trabajo-en-tiempos-revueltos.html