Claves del marketing on line

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“¡Por tu madre, no hagas esto!”

Por más gratis que sea, no te metas en todas partes.

Crear una página de tu empresa en Facebook es gratis y sencillo. Igual que hacer tu perfil de Twitter o instalar y configurar un blog corporativo. Pero eso no quiere decir que sea adecuado para tu marca, tu estrategia y tu público objetivo. Las herramientas están ahí, pero has de saber cuáles te convienen y cómo y cuándo usarlas. A los miembros de una comunidad de música no les interesa una sección de coches, lo mismo que nadie quiere ser amigo de una entidad bancaria. Usa los medios adecuados para tu público objetivo, ni más ni menos. Y los que uses, hazlo de manera relevante.

No hables como si fueras otro. Sé tú mismo.

Sé cuidadoso con el lenguaje y el tono que usas en el medio online. Tu público sigue siendo el mismo, sólo cambia el canal por el que te comunicas con él. Sé tú mismo, como sea tu marca.

No le tengas miedo al diálogo.

Este es uno de los temores más frecuentes. “¿Y si empiezan a hablar mal de mi o de mi marca?”. Esta es una pregunta poco valiente y absurda, entre otras cosas porque si tu público quiere hablar de tu marca, bien o mal, lo hará sin pedirte permiso. Así de simple.

Por tanto, es mejor formar parte de esa conversación. Además, eso demuestra que te interesas por sus opiniones y aportará mucho más valor la relación.

Internet no es la gallina de los huevos de oro , ni todo es viral.

Seamos serios. ¿Qué es eso de “quiero que sea viral”? Anda claro, y que multiplique por tres las ventas. “Como el spot aquel de Dove sobre la belleza real, que tuvo millones de visualizaciones”. Cosas así pasan, claro que sí, pero hay que ser realista y afrontar las campañas con objetivos y expectativas realistas. Si no luego vienen los fiascos y las decepciones, pero ¿será porque la acción era mala o porque las expectativas no eran las correctas?

No se vale esconderse ni mentir.

Mentir está mal, eso lo sabemos todos, pero en el medio online las mentiras suelen durar muy poco. Siempre hay alguien que conoce la verdad y la descubre. Si la embarras, da explicaciones y rectifica, pero no mientas. Si se meten con tu marca, defiéndela, pero no mientas. Y si te critican mucho, da la cara, pero no mientas. Y sobre todo, no te escondas. Ah, y no mientas.

No confundas las herramientas.

La cuchara para la sopa, el tenedor para pinchar y el cuchillo para cortar. A la hora de comer, cada cubierto tiene su función y  utilidades. Lo mismo sucede con los soportes online. Usa las herramientas para lo que sirven y en lo que son potentes y les sacarás el máximo partido.

No hay que ser experto analista para leer los resultados.

Uno de los puntos fuertes de las acciones digitales es que son medibles hasta extremos insospechados. Puedes saberlo prácticamente todo; cuánta gente visita tu blog o web, el número de veces que se ven tus  paginas, videos , cuántos amigos has hecho a través de la campaña en una red social.

Eso sí, no te quedes sólo con los datos en bruto. Ponelos en contexto, contrastalos con tus objetivos e intentá razonarlos. Sólo así te servirán de cara al futuro.

¿Cuántas veces escuchamos  aquello de que “mi página ha tenido 1000 clicks”?  Opa, así vistos son muchos clicks, pero la pregunta es, ¿trabajan esos clicks para alcanzar tus objetivos?, ¿son relevantes? y ¿qué es un click? Esa es la cuestión.

No te quedes estancado. Evoluciona.

Internet se mueve muy rápido que hace diez años prácticamente ni existía. Y hoy creo que no existiríamos nosotros si no tuviéramos una conexión siempre a nuestro alcance. Es un medio vivo, dinámico y cambiante, muy cambiante. Pero eso es lo que lo hace infinito, inabarcable, realmente grande. Si quieres sacarle el máximo partido, tienes que moverte a su ritmo, o al menos intentar que no te deje tirado en la cuneta hasta volverse inalcanzable. Prueba nuevas cosas, arriesga (con cabeza), sé crítico contigo mismo, aprende y aplica. Esa es la manera de estar en Internet. Y si no, a otra cosa.